Produzca la tierra hierba, plantas que den semilla y árboles frutales que den fruto, según su especie, cuya semilla esté en él, sobre la Tierra. Génesis 1: 11

Libro Uno - El libro que dice la verdad, capitulo 2, El Libro Que Dice La Verdad. 

Produzca la tierra hierba, plantas que den semilla y árboles
frutales que den fruto, según su especie, cuya semilla esté en él,
sobre la Tierra. Génesis 1: 11

Entonces, sobre ese laboratorio magnífico y gigantesco crearon células vegetales, partiendo de nada que no fuesen productos químicos, lo cual dio plantas de todas clases. Todos sus esfuerzos iban encaminados a la reproducción; era necesario que las pocas briznas de hierba que hacían nacer, pudieran reproducirse. Los científicos se dispersaron sobre este inmenso continente formando diversos grupos de investigación científica y cada uno de ellos creaba plantas diferentes, según el clima y su inspiración. Se reunían a intervalos regulares con objeto de comparar sus investigaciones y
sus creaciones. A lo lejos, su planeta seguía con asombro y pasión su trabajo. Los artistas más brillantes vinieron a reunirse con los científicos, a fin de dar a ciertas plantas un fin puramente decorativo y agradable, ya fuera por su aspecto, o bien por su aroma.

Haya lumbreras en la bóveda del cielo para distinguir el día de
la noche, para servir de señales para las estaciones y para los días
y los años. Génesis 1: 14

Mediante la observación de las estrellas y del sol pudieron medir la duración de los días, los meses y los años sobre la Tierra, lo cual les serviría para regular su vida sobre este nuevo planeta tan diferente
del suyo, y donde los días y los años no tienen la misma duración. Algunos estudios astronómicos les permitieron situarse perfectamente y conocer mejor la Tierra.

Produzcan las aguas innumerables seres vivientes, y haya aves
que vuelen sobre la Tierra, en la bóveda del cielo. Génesis 1:20

En seguida crearon los primeros animales acuáticos; desde el plancton, los pececillos, hasta los peces más grandes. Con objeto de que todo ese pequeño mundo estuviese equilibrado y no llegase a morir, crearon algas de las cuales se alimentaban los pececillos, peces grandes para comerse a los más pequeños, etcétera. A fin de establecer un equilibrio natural, y que una especie no destruyera completamente a otra de la cual necesita para sobrevivir. En cierta forma, es lo que ustedes ahora llaman ecología. Todo eso se logró con éxito. Los científicos y los artistas se reunían a menudo, organizando concursos para designar al equipo de sabios que hubiese creado al animal más bello, o al más interesante. Después de los peces, crearon las aves; hay que decirlo, presionados por los artistas que por otra parte, se dieron gusto esparciendo los colores más extravagantes y las formas más sorprendentes en animales que en ocasiones tenían dificultades para volar, debido a sus plumas decorativas, pero estorbosas. Los concursos llegaron todavía más lejos; después de las formas, modificaron el comportamiento de esos animales, particularmente las hermosas danzas de sus rituales de apareamiento (con motivo de los preparativos para el apareamiento, a fin de que efectuaran danzas matrimoniales cada vez más admirables). Pero otros equipos de sabios crearon animales espantosos, monstruos que daban la razón a todos aquellos que se habían opuesto a que realizaran sus experimentos en su propio planeta. Dragones, o lo que ustedes bautizaron con el nombre de dinosaurios, brontosaurios, etcétera.